viernes, 31 de mayo de 2013

Medio Maratón Hispaniola: Mucho más que una carrera.


Era 1996 cuando yo ya comenzaba a correr más consistentemente, recuerdo haber visto una pequeña reseña en un periódico, la cual tenía una foto con un grupo de treinta y siete personas, todos felices. Esta trataba sobre un medio maratón realizado en el parque Mirador Sur. Me llamó inmediatamente la atención, primero porque era la primera carrera de esta distancia que veía en nuestro país y segundo porque parecía que había otras personas que como yo, querían correr ciertas distancias. Algunos de ustedes no entenderán este comentario, pero es que en esa época en nuestro país no existían la cantidad de eventos, por no decir casi ninguno, como los que hoy podemos disfrutar.

Ese medio maratón se llamaba La Gran Carrera de la Amistad, porque era obvio, fue un grupo de amigos que les gustaba correr y decidieron organizarla y correrla. Lo que no podían ellos imaginar era que aquella carrerita se convertiría en la carrera y el movimiento de corredores de fondo más importante de nuestro país y yo en ninguno de mis sueños podía saber que estaba viendo la foto de la que se convertiría en mi segunda familia. 
Salida Medio Maratón Hispaniola 2012.
 Esa Gran Carrera de la Amistad es oficialmente la versión número uno de lo que hoy conocemos como el Medio Maratón Hispaniola – Löwenbräu y que ya celebrará su versión número dieciocho este año 2013, curiosamente la edad de mi primer hijo.

En 1996 José Elías Reyes corrió la versión número cien del Maratón de Boston, una experiencia inolvidable para él y que vendría a marcar el inicio de todo el movimiento. Cuando venía en su vuelo de regreso solo pensaba que en República Dominicana debía organizarse una carrera de nivel mundial, percibida y preparada para los corredores. Sus pensamientos los compartió con sus  amigos corredores de la época, llamados Corredores del Mirador,  y nace este Medio Maratón de la Amistad, corrido por los pocos corredores amateurs, entusiastas o masters que existían en Santo Domingo en esos años.

Para 1997, ya con un poco más de tiempo y con un poco más de organización y formalidad, se preparó la segunda versión. Esta fue llamada Medio Maratón Hispaniola, tuvo unos premios modestos y la participación de los corredores superiores o élites de nuestro país. Ese fue el primer medio maratón que corrí en mi vida.

La sed de eventos que tenían los fondistas de nuestro país, la dedicación, la organización y el entusiasmo con que se preparó ese evento hizo que de inmediato causara un impacto en el fondismo dominicano. Pero la carrera vendría a tener ramificaciones tan importantes o mayores que lo que podía decirse fue la idea de solo hacer UN GRAN EVENTO, más personas comenzaron a interesarse en correr y el grupo de corredores del Mirador se organizaba de mejor manera para fomentar la disciplina y es cuando nacen los Maratonistas de Santo Domingo, este grupo con José Elías a la cabeza, fue el primer grupo o club de corredores con cierta organización que se creó en nuestro país, algo muy importante si conocemos la historia de todos los grandes maratones con historia del mundo, sencillamente son fruto de clubes o grupos de corredores que se deciden a organizar una carrera y luego siguen motivando y organizando algunas otras, la historia se estaba escribiendo en nuestro país.
 
De las treinta y siete personas que corrieron ese primer medio maratón solo conocía a dos de ellos. Uno porque había sido mi profesor de comercio internacional en la universidad. No voy a decir que es Rafael Espinal para que no se sienta viejo, y quien es el maratonista más consistente que ha tenido nuestro país desde ese entonces (me refiero a cantidad de maratones por año y sus tiempos en todos estos) y el otro era Rafael Cueto. Con este no hacía mucho había compartido en unas prácticas de softbol, pero no era necesariamente que nos habíamos hecho amigos, digamos que conocidos.
Rafael Espinal, uno de dos personas que han corrido y terminado todas las versiones del Medio Maratón Hispaniola.

 Ya que yo comenzaba a correr más largo y viendo que se había hecho este evento en el Mirador Sur y motivado por mis dos mejores amigos que en esa época también estaban corriendo, de hecho más que yo, mi compadre Oscar y Tancredo, comienzo a ir al Mirador a correr.  Anteriormente solo corría por calles cercanas a mi casa. Recuerdo que de los primeros días que voy me encontré con Cueto en el kilómetro cero donde nos saludamos, y eso se iba repitiendo con él y los pocos otros que corrían. Se puede decir que los famosos treinta y siete de la foto y algunos otros que comenzaba a entusiasmarse. A José Elías de verdad no recuerdo el momento exacto que nos conocimos, obviamente fue en algún momento en el Mirador o en alguna corrida de grupo que solíamos hacer en esa época, pero sí recuerdo exactamente el momento que marcó que nunca más dejáramos de hablar y juntarnos.

Para la segunda versión del Hispaniola (1997), José E. quería hacer algo mayor que la primera y comenzó a buscar productos para entregar una funda a todos los que terminaran el evento además de su medalla, cosas impensadas en esa época en nuestro país. Recuerdo haber escuchado eso en algún momento y le dije que pasara por mi oficina para entregarle algunos productos. El día que pasó por allá hablamos un rato y comenzamos a conocernos y recuerdo que en esa conversación le dije que para esa carrera podíamos salir a buscar patrocinios y que podía convertirse en un gran evento, él estaba un poco incrédulo a que empresas nos quisieran dar dinero para esto, pero luego Cueto y yo lo convencimos y para la versión del 1998, la tercera, salimos a buscar y encontramos. Creo la historia de la carrera se hace sola pues para la versión número dieciocho de este año 2013, habrá cupo para mil quinientos corredores y estamos seguros se llenará, por lo que no abundaré más sobre ella.

José Elías Reyes dando los detalles de la versión 2012.

Como les dije anteriormente, el Medio Maratón Hispaniola fue la semilla y solo parte, gran parte, del renacer, o no sé si decir el nacer del fondismo en masa en nuestro país, comenzando por la organización del Club Maratonistas de Santo Domingo que en lo adelante no solo organizaba esta carrera, sino que motivaba a personas a integrase a correr y comenzó a organizar otras carreras de diferentes distancias y en diferentes lugares. En un momento teníamos diez eventos al año, cosa que era sumamente necesario ya que lo que existía era muy poco, pero lo que marcó el éxito de todo esto fueron dos cosas, primero que todos estos eventos se hacían por corredores (nosotros) y para corredores (que casi todos éramos nosotros), por lo que todo el que corría se sentía tratado de una manera diferente y esto era muy sencillo y es lo segundo, ya que nosotros organizábamos los eventos, los voluntarios eran y siguen siendo nuestra familia. ¿Quién te va a tratar mejor que tú familia?

La familia MDH haciendo lo que más les gusta, trabajar en la organización del medio maratón. Expo 2011.

 Ya que tocamos el tema de la familia y les había mencionado que el Medio Maratón Hispaniola tiene la misma edad que mi hijo mayor, pues son mellizos, sí, así tratamos nosotros esta carrera. Es el hijo que hicimos literalmente con nuestras manos y lo queremos y tratamos como tal, por eso solo se lo podemos entregar a nuestra familia y es lo que hacemos. Nuestras esposas, hijos y mejores amigos son los que complementan el equipo de trabajo de todo lo que se hace durante el año. La segunda generación de lo que hoy se conoce como Maratonistas de la Hispaniola, nació y ha vivido en toda esta historia, y ya nosotros solo esperamos que Andrés Elías (hijo de José E.) el heredero, cumpla la mayoría de edad, o tal vez le permitamos terminar sus estudios universitarios, para que se haga cargo de todo y nosotros los viejitos solo disfrutemos de los eventos corriéndolos, que ha sido el único sacrificio que algunas veces duele, el no poder correr muchos de nuestros eventos, principalmente el Medio Maratón Hispaniola. 

Andrés Elias.

 La visión que teníamos al comenzar todo esto era en principio organizar eventos, que no existían, con la calidad que a nosotros los corredores entendíamos eran las adecuadas. Esperábamos que se crearan nuevos grupos, organizaciones o clubes de corredores en todo el país que al igual que nosotros organizaran eventos con calidad. Queríamos con estos eventos aportar al desarrollo y el nivel de nuestros corredores elites de fondo, queríamos masificar el fondo en la República Dominicana y además internacionalizarlo.

Nos complace mucho ver lo diferente que es nuestro país en materia de carreras de fondo, comparando 1996 con 2013,  y nos satisface saber que todo ha sido posible por el amor y las ganas por correr.
Rafael Cueto, José E. y yo. Rueda de prensa 2013.

La familia Maratonista de la Hispaniola no es solo José Elías, Cueto y Munné, como nos conocen, son muchos otros que estuvieron, han estado y han llegado a través de los años. Esposas, hijos y familiares, los que no voy a cometer el error de mencionar, para no omitir alguno, pero todos ellos saben quiénes son, que en estos años hemos compartidos y gozado la organización de todos estos eventos que fueron naciendo y perdurando. Viajamos a correr a muchos otros fuera del país, y al interior del país, como aquel famoso medio maratón de Santiago en 1997, que al llegar allá nos dimos cuenta que era mentira, pero ya que estábamos allá y fuimos a correr, decidimos correr de Santiago a Moca hasta que se cumpliera la distancia. Lo bautizamos Medio Maratón La Plancha.

La mayoría de los participantes en el Medio Maratón Hispaniola lo ven como una competencia, un reto o una carrera, para nosotros es la celebración cada año del hijo que se hizo y de todo un año de desarrollo del fondismo y del crecimiento de la familia maratonista en República Dominicana.

En la meta de la versión 2011. José E. me permitió correrlo, después de varios años sin poder hacerlo y fue mi último.

A los Maratonistas de la Hispaniola les gusta correr y organizar eventos, pero sobre todo les encanta ver que todos lleguen a la meta.

JLM

2 comentarios:

  1. Cuando leemos los anales de la historia, y reconocemos a los personajes que la protagonizan, es evidencia de que se abalanza la tercera edad.

    En este relato, no solo reconozco el nombre del autor, sino que tambien los sres. Torres y Castellano me suenan familiares...

    Esperamos que la segunda generacion siga el ejemplo y la inspiracion de estos tres pioneros!

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